
El Harvard Women’s Health Watch recomienda a las personas mayores actividades que impliquen a la vez emociones y sentidos. Considera que la forma de mantener el cerebro ágil no debe centrarse solamente en la estimulación cognitiva. Por ello aconseja tener una mascota. Un perro no sólo hace compañía, sino que también mejora nuestra salud. Un estudio en mujeres octogenarias muestra que las que pasaron 90 minutos a la semana acariciando, limpiando, caminando o jugando con un perro registraron resultados significativamente más altos en pruebas mentales. No hace falta que el perro sea propio, lo importante es la interacción con el animal que puede hacerse, por ejemplo, como voluntario en una protectora de animales.